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Las ocho Semanas Santas de Castilla y León de Interés Turístico Internacional

Pasión y devoción para unos, espectáculo para otros.

Independientemente de las connotaciones religiosas de la Semana Santa, que sin duda las tiene, hoy día se ha convertido en una manifestación cultural de primer orden. Las procesiones que recorren las calles de muchos pueblos y ciudades son una expresión artística que no dejan indiferente a nadie. Más allá de las creencias religiosas que uno pueda tener, o no tener, el espectador no puede dejar de asombrarse, aun habiendo sido testigo reiteradamente, ante el espectáculo que ofrecen las calles recorridas por hileras interminables de penitentes custodiando los pesados pasos que portean braceros o costaleros. En Castilla y León, ocho de sus Semanas Santas llevan el sello de Fiesta de Interés Turístico Internacional.

Aranda de Duero y sus bodegas.

En esta población burgalesa encontrarás dos ciudades: una en superficie y otra bajo tierra.

Portada de Santa. María la Real.
Situada junto a la autovía A-1, a mitad de camino entre Madrid y las grandes ciudades del norte de España, Aranda de Duero es lugar de paso y, aunque poca gente lo hace, también es lugar de parada. Son varios los motivos que invitan a esto segundo. A saber: un interesante patrimonio cultural y artístico, una excelente gastronomía basada en el arte del lechazo asado, unas prestigiosas bodegas acogidas bajo el paraguas del Consejo Regulador  de la denominación de origen Ribera del Duero y una gran sorpresa oculta a los ojos de los viajeros estresados. Cualquiera de esos motivos citados sería  suficiente excusa para visitarla. Unidos todos, se nos antoja un hito de parada obligada.

Turismo gastronómico en Soria.

Empresarios e instituciones sitúan a esta provincia como referente de la buena cocina.

Salmón ligeramente marinado a baja
temperatura con Holandesa de
Cantharellus del restaurante Virrey
Palafox de Burgo de Osma.
Hace tiempo que quedó sobradamente acreditado que la Comunidad de Castilla y León alberga en el interior de sus límites fronterizos el mayor patrimonio cultural de España. Ciudades, pueblos, castillos monasterios, catedrales o museos conforman un conjunto artístico difícilmente igualable, no solo por otra comunidad española, sino también por cualquier región europea. Del mismo modo puede presumir de su rica variedad paisajística en la que, menos mar y desierto, podemos decir que tiene casi de todo. Unido a todo lo dicho hasta ahora, últimamente se está realizando un importante esfuerzo por afianzar el atractivo gastronómico de la región en el que la provincia de Soria pretende ser la avanzadilla.

Castilla y León, meca del turismo micológico.

Buscasetas, congresos y gastronomía.

Níscalo.
Con la llegada del otoño los bosques se visten con el manto multicolor que ofrecen las hojas de los árboles antes de caer al suelo. El espectáculo en el que se convierten algunos bosques es de auténtica postal. En cambio, para no pocas personas, el mayor aliciente que tiene esta estación radica en el suelo de los pinares. Es allí donde aflora todo un universo de setas y hongos formado por variadas especies. Unos son comestibles, otros de una belleza propia de los cuentos de Gnomos, pero también los hay, y cuidadín con ellos, terriblemente venenosos. Estos frutos de temporada se convierten en el plato estrella de muchos restaurantes que saben mimarlos al calor del fuego para deleite de los comensales más sibaritas. Pues bien, si en España hay una comunidad que sabe hacer de la micología todo un arte, esa es Castilla y León.