Aires medievales a los pies del palacio.
Al oeste de la provincia de Toledo, junto a la carretera que une Madrid con Extremadura se yergue altiva y orgullosa la villa medieval de Oropesa. Desde la autovía el viajero percibe la monumentalidad de la villa a través de la estampa recortada sobre el horizonte que ofrecen el castillo y el Palacio Ducal, transformado este último en Parador de Turismo. Cuando uno lee los folletos turísticos descubre que el Parador de Oropesa presume de ser el primero en establecerse en un edificio histórico. Ante semejante imagen, no resulta fácil resistirse a la tentación de ascender por la serpenteante carretera hasta el corazón de esta villa toledana.