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Palacio de Riofrío

 Al sur de la ciudad de Segovia

Palacio de Riofío, Segovia
El Palacio de Riofrío es un magnífico edificio neoclásico que forma parte del rico conjunto que posee Patrimonio Nacional. Su construcción fue promovida por Isabel de Farnesio en 1751 y, aunque es un gran desconocido para el gran público, se trata de un palacio de gran belleza enclavado en un entorno natural extraordinario. En torno a él viven en libertad numerosas especies de animales que no es difícil contemplar durante la visita.

Tres grandes palacios de la comunidad de Madrid.

Joyas de Patrimonio Nacional que permiten las visitas turísticas. 

En la comunidad de Madrid se aglutinan la mayoría de los edificios pertenecientes a Patrimonio Nacional. Ese hecho se debe fundamentalmente al hecho de ser la capital de España. Entre esos bienes vinculados a la monarquía que se concentran en la ciudad de Madrid y sus alrededores, quizá los más exuberantes son los palacios, que sirvieron de alojamiento a las familias reales en diferentes periodos históricos. Los tres palacios que Patrimonio Nacional posee en Madrid son: el Palacio de Oriente, el Palacio de Aranjuez y el Palacio de El pardo

Palacio Real de Madrid.

El Palacio de Oriente que se encuentra en occidente.

Escalera del Palacio Real.
El Palacio Real de Madrid es, posiblemente, el edificio más monumental de la capital de España. Pese a ello, no es el más representativo de la ciudad. Ni tan siquiera al que más cariño le tienen los madrileños. Todo ello nos parece sorprendente y, por qué no, hasta injusto. ¡Cuán orgullosos se sentirían en otros muchos lugares de contar entre su patrimonio con semejante construcción! Creemos que esto es así porque este edificio es un icono de la monarquía de España cuyo ámbito trasciende con creces los límites del sentimiento local.

Real Sitio de El Pardo.

Naturaleza en abundancia a escasa distancia del la urbe madrileña.

Palacio Real de El Pardo.
El Pardo se ubica al Norte de Madrid y, aunque tenga todo el aspecto de ser un pueblo, e incluso muchos así lo crean, no lo es. Forma parte del municipio de Madrid desde 1950. Ahora está integrado en el distrito de Fuencarral-El Pardo. Con poco más de 3500 habitantes, y separado unos siete kilómetros del casco urbano de la capital, allí se respira tranquilidad por los cuatro costados. Sus principales atractivos son el Palacio Real, que convierte el lugar en Real Sitio, y el Monte de El Pardo, un espacio natural perfectamente conservado para el deleite de los madrileños.

Palacio de la Magdalena.

De veraneo regio a universidad de verano.

Palacio de la Magdalena, Santander.
El palacio santanderino de la Magdalena se ubica en un enclave privilegiado donde los haya. En alto, sobre la península que protege la bahía de Santander de los azotes del mar Cantábrico, allí se levanta con orgullosa estampa el palacio en el que otrora veraneó la familia real y que el devenir de los tiempos lo convirtió en faro de la cultura universitaria. A un lado ofrece bellas vistas sobre la cosmopolita capital cántabra, al otro lado se extiende la playa del Sardinero y todas las infraestructuras necesarias para un veraneo aristocrático. De frente, desafiando a las bravas aguas cantábricas, algún atrevido islote llama la atención sobre quienes se acercan a este romántico rincón.

La Granja de San Ildefonso.

Vivir a cuerpo de Rey. 

La Granja de San Ildefonso

Los grandes palacios que nos han legado las monarquías de la vieja Europa son el mejor testimonio del poder omnímodo que ostentó en tiempos pasados la realeza. El Palacio de la Granja de San Ildefonso es un buen ejemplo de lo que acabamos de escribir. Aun así, es necesario concretar que la majestuosidad en este Real Sitio se halla, no tanto en el interior del edificio, sino en el entorno que le rodea: las fuentes y jardines con el incomparable telón de fondo del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.

Palacio Real de Aranjuez.

Vivir a cuerpo de Rey.

Jardín del Parterre.
Es necesario visitar alguna de las residencias palaciegas de los pasados reyes para entender en toda su amplitud la expresión popular de "vivir a cuerpo de rey". Si la residencia en cuestión era destinada al ocio y recreo, tal como sucedía con el Real Sitio de Aranjuez, la lección será tanto más fructífera. En Aranjuez, la ostentación y lujo del palacio tenían como única finalidad el disfrute de sus moradores en épocas de descanso. De ese modo podemos ver hasta qué límites podía llegar el derroche de la corte con el único objetivo de su disfrute.