Visita imprescindible en un viaje a la isla.
El castillo de Bellver se sitúa a unos cuatro kilómetros de la capital. Se halla erguido sobre un monte que se eleva a más de 100 metros sobre el nivel del mar y perimetrado por un frondoso bosque de pinos. Entre esa masa boscosa sobresale la inconfundible silueta de la fortaleza mallorquina. Es, junto a la majestuosa catedral, uno de los iconos mas representativos de la mayor de las Islas Baleares. Su aspecto austero del exterior nada tiene que ver con el lujo de sus estancias interiores en las que aparecen inconfundibles elementos arquitectónicos de estilo gótico.